Buñuelos, natilla, regalos y más regalos

Es hora de sacar el espíritu navideño a flote, llegó el momento de pensar en comida, agüeros y tiempo de calidad. Oficialmente, estamos en la época perfecta para hablar de proyección, reflexión y servicio. Por estas semanas suele fluir un poco más la compasión, la amabilidad y la bondad, sobre todo en los políticos de nuestro país. Con la llegada de diciembre las estrellas parecen alinearse para transformar a muchos que están en el poder, o que quieren alcanzarlo, pero durante todo el año figuraron desde una posición de supremacía alejada de la realidad. Al parecer, con buñuelos, natilla y muchos regalos es posible desprenderse de esa imagen cuadriculada para calar en las comunidades y obtener el respaldo que desean.

Estamos a casi un año de las próximas elecciones territoriales e indiscutiblemente ningún candidato desaprovechará esta época de paz y armonía para vender su causa. Muchos se dedicarán a generar conexión con sus votantes a través de regalos o dádivas. No obstante, yo creo que es necesario ir más allá de la entrega de un aguinaldo ¡Por supuesto que la gente lo recibirá con agrado! ¿A quién le disgusta recibir un obsequio? Pero eso no determinará el voto del 29 de octubre de 2023.

Llegar a las comunidades con actividades en las que los niños puedan tener un juguete o las familias una ancheta no me parece un desacierto. De hecho, no podemos desconocer que este mes representa una preocupación mayor para los bolsillos de los hogares colombianos, y una ayuda nunca está de más. Pero repito: recibir regalos no garantizará el respaldo del electorado.

Tiempos diferentes

Actualmente, la política atraviesa una coyuntura y las personas han dejado de creer en quienes hacen parte de ella. Por eso, es importante romper paradigmas y dejar a un lado los planes tradicionales. Es necesario que quienes aspiran a una candidatura utilicen sus recursos y herramientas de manera disruptiva. La gente sonreirá cuando esté recibiendo regalos navideños, pero sin dudarlo, no será por eso que elijan a los próximos mandatarios locales.

Las comunidades no tragan entero y saben perfectamente que un detalle no hará que sus realidades cambien. Así que la construcción de marca y la búsqueda de posicionamiento para convencer a los votantes no se puede basar en este tipo de actividades. Colombia trata de acoplarse a una nueva línea de Gobierno, intenta reactivarse económicamente y a su vez esquivar situaciones complejas como el desempleo o la pobreza. En este sentido, las personas en realidad esperan a líderes que se apropien de sus necesidades, las dimensionen tal cual son y encuentren la forma de mitigarlas. Los candidatos tendrán que evidenciar el conocimiento que tienen del entorno, establecer líneas de acción alcanzables y ejecutar un trabajo de la mano de los diferentes grupos sociales.

Finalmente, aunque resulte muy agradable eso de compartir buñuelos, natilla y regalos, tendrán que esforzarse mucho más. Además de ir empacando detalles, aprovechen este mes para evaluar las posibilidades de victoria e idear un plan estratégico que conecte con la audiencia.