La era digital

«En la era digital lo más prudente es atreverse».

Shimon Peres

Para nadie es un secreto que internet y las nuevas tecnologías revolucionaron al mundo. La era digital no solo nos conectó y cambió nuestra manera de interactuar, sino que modificó todos los sistemas que hoy conocemos. Por eso, ahora el verdadero reto está en mantenernos a la vanguardia y tratar de adaptarnos cada vez más a una época donde la comunicación y el flujo de información van a mil por hora. En ese orden de ideas, plataformas digitales como las redes sociales, ya no pueden ser vistas como un simple medio para hacer «amigos». Ahora, es necesario entender que se trata de canales con el poder suficiente para posicionar negocios, crear movimientos, e incluso, generar ingresos.

La era digital eliminó la brecha de espacio y tiempo, y dio paso a un panorama lleno de oportunidades. Creo que el mundo no habría sobrevivido de la misma forma a la crisis de la pandemia de no haber sido por la conectividad. El aislamiento social obligatorio habría sido una mayor tortura si no hubiésemos tenido la posibilidad de continuar con nuestros trabajos, estudios y vida social a través de una pantalla. Por eso, considero que esta época nos ha dado una nueva forma de interpretar las cosas. Estamos a un clic de miles y miles de datos culturales, históricos y transcendentales que nos han permitido entender de una mejor forma cómo funciona el mundo.

Política en la era digital

Sin duda, este es el tiempo de la información y de la comunicación bidireccional. Por ende, no está de más decir que el mundo digital también ha permeado en la política. Las formas de hacer campaña, de visibilizar procesos y de gobernar, cambiaron, porque ahora la comunidad no es un grupo apartado al que simplemente se llega con un discurso. McKinnon acertó al decir que: «La tecnología y las redes sociales han traído el poder a la gente». Todas estas nuevas herramientas han ampliado el horizonte permitiendo que los mensajes realmente tengan eco.

En este sentido, los gobernantes – o quienes aspiran serlo – ya no la tienen tan fácil, pues se encuentran ante una sociedad que no traga entero. Ya no se trata de exponer propuestas y más propuestas, se trata de conectar con las audiencias a través de una comunicación disruptiva. Se trata de utilizar la era digital para habilitar canales en donde se emita información de manera estratégica, llamativa e incluyente, pero donde también se reciba. Es cuestión de darle voz a las personas. Ahora, es posible conocer y analizar muchas versiones de un candidato, no solo la que él intenta transmitir, sino la que arman sus oponentes, o los medios, o la opinión en las redes. Por eso, creo que el mundo digital se ha convertido en una herramienta tanto clave como peligrosa para la política.

Globalizados

Ahora bien, de la misma manera, esta evolución ha logrado grandes cambios en la salud, la educación y la economía del mundo, por mencionar algunos aspectos. En esta época, nuevas formas de prevenir enfermedades han surgido, nuevas herramientas para aprender se han dado y nuevos modelos de negocio se han creado. De ahí, la importancia de mantenerse al tanto, de perder el miedo y de atreverse a implementar las herramientas tecnológicas a nuestro alcance. Finalmente, la era digital es ahora un lenguaje universal en el que prima la inmediatez y la conectividad permanente. No es solo el boom del momento, es un hecho que, indiscutiblemente, marcó un antes y un después en la historia de nuestro desarrollo.