La moda RH

A pocos días de la segunda contienda electoral para llegar a la presidencia, debo decir que esta época de campañas, promesas, propuestas y escándalos, solo ha dejado una cosa clara: el país atraviesa una coyuntura crítica que ha despertado en los colombianos el firme deseo de cambiar las fichas y buscar alternativas para quitarle el poder a quienes llevan mucho tiempo con él en sus manos.

En este sentido, Rodolfo Hernández, quien más allá de presentarse como un político, se ha mostrado como un ingeniero jocoso, frentero e irreverente, logró meterse en la mente de las personas; y los 5’965,531 votos que obtuvo en primera vuelta dan fe de ello.

Recuerdo que un año atrás pocos creían posible que el exalcalde de Bucaramanga pudiera poner en apuros a Gustavo Petro, sin embargo, en ese tiempo, a través de una entrevista para El Espectador, mencioné que Rodolfo podría ser el próximo presidente. Hoy, RH es la prueba reina de que una buena comunicación política siempre marcará la diferencia, pues conectó con lo popular convirtiéndose en una moda, y hay que tener en cuenta que la gente siempre quiere estar a la vanguardia.

Aunque Hernández ha sido protagonista de varias situaciones que lo han puesto en evidencia como un tipo de mal carácter, el manejo que le dio a las plataformas digitales y su mensaje de lucha contra la corrupción lo han catapultado y acercado a un pueblo que ansía acabar con la clase política tradicional.

Más a allá de decir lo que la gente quiere escuchar, el ingeniero y su equipo de trabajo tienen claro de qué forma comunicarlo; han roto los esquemas del discurso tradicional, logrando que quienes lo oyen se sientan identificados. Incluso, casi que obligó a otros candidatos (en primera vuelta) y a Petro (en segunda) a mostrarse de una manera más chabacana frente al pueblo para calar con sus palabras.

Rodolfo está marcando un precedente en la forma de hacer campaña en el país, aunque Petro lleve mucho más tiempo luchando y preparándose para llegar a la presidencia. Su estilo particular, sumado a la fatiga de quienes buscan un cambio, más los votos que, sin lugar a dudas, vendrán de parte de un uribismo derrotado y sin más opciones, podrían otorgarle la victoria al ingeniero.

En conclusión, independientemente de los resultados del próximo 19 de junio, llegue a la presidencia o no, estoy seguro que el ingeniero, por lo menos para las próximas elecciones locales, jugará un papel fundamental; y, por supuesto, continuará con su “Rodolfoneta” dando de qué hablar.