¿Resultados inesperados? El papel de las encuestadoras en época electoral

Los sondeos nos han permitido divisar el panorama de lo que podrían ser los resultados de las contiendas electorales y, dicho ejercicio, con el tiempo, les ha dado protagonismo a las firmas encuestadoras; sin embargo, estas no tienen la última palabra ¡Y eso quedó más que claro en las pasadas elecciones presidenciales!

Por lo menos cuatro de las principales casas dedicadas a esta labor en el país fallaron sus predicciones respecto a lo que sería la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Guarumo, Centro Nacional de Consultoría (CNC), Invamer y Yanhaas arrojaron que, además de Petro, Federico Gutiérrez sería el candidato que pasaría a dar la pelea en segunda vuelta, pero ya todos sabemos realmente quién se ganó ese lugar.

Rodolfo Hernández fue una sorpresa para la mayoría ¡Y supo poner en aprietos a Petro! Los sondeos lo evidenciaron; de hecho, en las encuestas de Invamer y Guarumo lo dieron por ganador para la segunda vuelta, con un 48,2%. Mientras que, según Yanhaas, Petro obtendría la victoria con el 45% frente a un 35% de Rodolfo; y según el Centro Nacional de Consultoría, el líder del Pacto Histórico ganaría con el 44,9% de los votos, contra un 41% de Hernández.

Encuestas para segunda vuelta presidencial – 2022
Fuente: Valora Analitik (https://www.valoraanalitik.com/2022/06/13/elecciones-colombia-encuestas-para-segunda-vuelta/

Teniendo en cuenta los porcentajes anteriores, hay que destacar el trabajo que hizo el Centro Nacional de Consultoría, pues la firma vaticinó que la diferencia iba a ser de 3.9 puntos porcentuales a favor de Gustavo Petro, y realmente fue de 3.2. Además, se acercó al porcentaje real de los votos en blanco, pues su última encuesta arrojó que un 3% correspondería a estos, y en las elecciones hubo un total de 501.987 votos en blanco, es decir, 2,24%.

Por ende, creo que el CNC continúa siendo una de las casas encuestadoras más fiables en materia de predicción electoral. Esto, teniendo en cuenta que, utilizar a las encuestadoras de manera descarada y conveniente es una enfermedad que se ha venido propagando en las pequeñas mentes de aquellos que creen que así debe funcionar la política. Creo que, desde las elecciones de Santos, y en especial, a nivel local o menor escala, se han aprovechado de las firmas para el juego sucio del “todo vale”. En ocasiones, ni siquiera es responsabilidad de las encuestadoras, pues terceros utilizan sus nombres para generar montajes que rotan en redes sociales y la gente, lamentablemente, sin investigar, cree.

En todo caso, en las pasadas elecciones las encuestadoras demostraron dos puntos importantes; el primero, es que la polarización del país es un factor que se agudiza cada que a los colombianos nos llega la hora de elegir; y el segundo, es que por más sondeos que se hagan, los resultados siempre pueden ser inesperados, sobre todo, teniendo en cuenta que la legislación prohíbe la realización y publicación de encuestas una semana antes de elecciones, que es precisamente el tiempo en que las campañas adelantan acciones determinantes para alcanzar su objetivo.

De acuerdo a lo anterior, y contemplando la época electoral que se avecina para 2023, es importante dejar claro que las encuestadoras deben limitarse a brindar un panorama o una fotografía del momento de la manera más acertada y veraz posible, entendiendo que, si bien no tienen la última palabra en cuanto a la elección de los gobernantes, los resultados que muestran sí pueden influir o direccionar la intención de voto de las personas.