El debate por la presidencia

El fallo del Tribunal Superior de Bogotá que ordenó a los candidatos presidenciales realizar un debate antes de llevarse a cabo la segunda vuelta, muestra que la época electoral en el país ¡No deja de dar sorpresas!

Rodolfo Hernández había sido enfático en que no asistiría a debates, pero la decisión del Tribunal fue otra y, sin lugar a dudas, marca un antes y un después en la historia de las campañas presidenciales. Pese a no ser experto en el tema jurídico, sé que no existe un antecedente para este caso inusual que surtirá un efecto directo en la intención de voto de los colombianos.

Muchos de los ciudadanos que no tenían claro a quién apoyar, seguramente se decidirán a partir de la posición que Rodolfo y Petro han tomado frente a esta orden. Aunque la balanza ha estado muy equilibrada y las encuestas lo han demostrado, este hecho servirá para inclinarla un poco más. El fallo será determinante en la contienda electoral.

Ahora bien, contrario a lo que piensan muchos y a lo que se lee en redes sociales, no creo que Rodolfo no asista a debates para evitar ser puesto en evidencia. Toda acción que se desarrolle dentro de la dinámica de la campaña debe contribuir al fortalecimiento de la marca. Un debate es un tema riesgoso y las campañas toman decisiones de acuerdo a los momentos y a las circunstancias, pues cambian de ritmo, por eso a veces los candidatos deciden asistir, y a veces no. RH decidió no asistir a debates en segunda vuelta, así como Gustavo Petro eligió ir a unos y a otros no en primera vuelta.

Pero, tras no cumplir la orden del Tribunal Superior, lo único claro es que la tensión entre campañas está más latente que nunca, tanto como la incertidumbre en los ciudadanos, quienes se preguntarán: ¿Por qué realmente no hubo debate? ¿Qué consecuencias traerá el desacato del fallo? Y ¿Qué habría pasado si el encuentro se hubiese realizado?

Como lo dije inicialmente, todo lo sucedido en torno a esta decisión generará un impacto en los resultados que obtengan Rodolfo y Petro el próximo 19 de junio. Por el momento, el panorama está lleno de presión. Las divisiones se han intensificado tanto, que incluso el Departamento de Estado de EE.UU. emitió una alerta de viaje a nuestro país; en pocas palabras, aconsejó a los norteamericanos no viajar a Colombia porque podrían presentarse alteraciones de orden público en el marco de la contienda electoral, lo cual demuestra que la situación es crítica y es necesario tomar consciencia, bajar la guardia y dar paso al respeto de una vez por todas.